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Tengo que comenzar diciendo que ser MUJER definitivamente para mi fue un regalo del cielo, aunque me costó unos cuantos años entenderlo.

Por ser la hija mayor, me exigieron mucho en mi casa y tuve que desempeñar un rol -financieramente hablando- muy masculino desde muy pequeña y desde que tengo razón de ser mis padres me delegaron el manejo y administración de algunas actividades puntuales de la familia. Aún recuerdo mi primera cuenta bancaria, fue un regalo que me hizo mi abuelo materno a los 10 años, lo cual marcó mi vida para siempre con respecto al DINERO, desde entonces se me hizo imperativo ahorrar y miraba a los bancos de manera intuitiva y amigable.

La manera de percibir el mundo financiero -desde el lado femenino-, ha sido visto de manera muy especial. El desmontaje de creencias y de roles, adaptados de manera muy exclusivas para los caballeros ha sido un camino recorrido por muchas mujeres a lo largo de la historia. Sin embargo, desde mi experiencia profesional puedo afirmar que la capacidad productiva y de emprendimiento femenino es increíble.

Las mujeres batallamos entre dos aguas: los patrones de consumo (compras emocionales) y el ahorro. Allí es donde está realmente el desafío, pues la capacidad productiva de las mujeres no se pone en duda, pero, sí la disciplina y enfoque a la hora de DECIDIR dar el paso e INVERTIR.

Esa tan anhelada libertad financiera que tanto perseguimos, se trunca debido a un temor infundado en las féminas sobre las FINANZAS y cosas como estas podemos escuchar:

• Las Finanzas son difíciles.
• Eso es cosa de hombres.
• No tengo ni idea por donde comenzar.
• Me da miedo invertir.
• A mí que me mantengan.
• Etc, etc, etc

Lo cierto es que debido a los múltiples roles que las mujeres juegan en el día a día, tanto como administradoras del hogar, consumidoras, o como empresarias, es de suma importancia que tengan un buen manejo de sus finanzas. Es por esto, quiero compartirte algunas claves para lograrlo:

PRESUPUESTO MENSUAL: El orden antecede al amor, esto siempre lo digo y no es mía la frase, pero aplica en perfección si queremos ser eficientes con nuestras finanzas. Planifica tus gastos y monitorea si has gastado lo que te habías propuesto. A fin de mes haz los ajustes para optimizarlo.

CUENTAS ESPECIFICAS: El secreto para generar riqueza es la administración del dinero. Una de las formas es dividirlo en cuentas específicas para propósitos específicos, y relacionar cada cuenta con un área de tu vida -y utilizarla sólo para este fin-.
INVERTIR VS AHORRAR: El dinero es muy volátil para enfocarlo sólo en ahorrar. Hay que apuntar a acumular para invertir, generar rendimientos y más ingresos. Es bueno estar activa en el mundo de las inversiones y, sobre todo, entender el activo que se elige.

BLINDATE: Busca protegerte a través de seguros de vida, seguros para negocios, de gastos médicos mayores etc. Crea un fondo de emergencia (con el equivalente a tres a seis meses de tus ingresos) para enfrentar un eventual problema de empleo, producción o situaciones personales que así lo demanden.

GENERA VALOR: Entre más valor generes, mayor será el precio que tu cliente estará dispuesto a pagar por el producto o servicio que ofreces. Invertir en uno mismo para crecer y crear más habilidades es la mejor inversión a largo plazo en la que se puede acumular experiencia, capacitación y actualización continua. TU ERES TU MEJOR ACTIVO.

TU FUTURO HOY: Nunca es demasiado temprano ni demasiado tarde para diseñar un plan de retiro y ahorro. Las mujeres tienen en promedio más años de expectativa de vida que los hombres y deben considerar cómo costearse en el futuro.

Esto parece muy sencillo y hasta evidente pero lo cierto es que las mujeres, por cuestiones socio-culturales, tenemos mucho menos ejercicio y práctica en esto de enfocarnos en el ahorro, la definición de metas y diseño de estrategias que nos permitan optimizar nuestras finanzas personales.

No se necesita ser una experta, basta con tener una idea clara de las finanzas actuales y desarrollar un plan a partir de eso. Si las decisiones se tornan un poco más complejas, sea en torno a los negocios o las inversiones, se puede consultar un asesor financiero de confianza con el cual construir una relación de largo plazo.